LA FALTA DE ACTIVIDAD DÍSICA EN NIÑOS Y ADOLESCENTES
Un informe de la OMS de 2020 recomienda que los niños y adolescentes realicen al menos una hora diaria de actividad física moderada o vigorosa, como correr, saltar o bailar.
Lamentablemente, según el coordinador del Comité de Promoción de la Salud de la Asociación Española de Pediatría, Julio Álvarez Pitti, el 70% de los niños y adolescentes españoles no cumple con esta recomendación, lo que supone un aumento del 6% en comparación con el resultado obtenido en 2019.
La disminución del gasto energético diario de los niños y adolescentes se debe en gran medida a la conducta sedentaria, que se ha convertido en una epidemia en España y en todo el mundo. Las consecuencias de esta realidad son una mayor adiposidad, peor salud cardiometabólica y menor duración del sueño en los niños y adolescentes.
Aunque la educación física que se imparte en los colegios e institutos es importante, no es suficiente para fomentar la actividad física, ya que depende de muchos factores, como la motivación individual y las condiciones estructurales. Además, la actividad física disminuye en los niveles de educación secundaria y bachillerato en comparación con primaria, y las chicas presentan una tasa de abandono de actividad física mayor que los chicos, debido a que presentan niveles de motivación intrínseca menores.
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